sábado, 8 de noviembre de 2008

No se vistan que no van...

Así decía el titular de la noticia a través de la cual que me enteré que Bloc Party ya no venía a nuestro país. El artículo no hondaba en las razones así como tampoco el resto de las páginas que consulté. Lo cierto es que desde el primer momento me pareció surrealista que una agrupación de su estilo viniera a Venezuela, un país que cuyo mercado musical al parecer sólo está apto para recibir a Olga Tañón, y Winsil y Yandiel; el nombre de éstos dos últimos exponentes del reggaeton no sé como se escribe y tampoco me interesa averiguarlo.

Y no quiero decir con esto que en Venezuela no hayan seguidores de Bloc Party, ni audiencias para el indie music, pero hay que estar claros, las agrupaciones independientes jamás generarían el flujo de caja cercano al de los reggatoneros o al de la boricua "for ever" despechada. Y bueno, es que por eso son indies, no tienen el alcance de las grandes disqueras, tampoco les interesa tenerlo, y su planteamiento autónomo tampoco está ideado con el fin de agradar a todos. Palabras más, palabras menos, las productoras de espectáculos no están interesadas en traer agrupaciones para esos "nichos del mercado" porque allí no están los "riales".

Lo críticable es que tampoco se buscan soluciones para hacer este tipo de espectáculos más atractivos, como por ejemplo la realización de festivales de bandas independientes, en donde logren reunir varias agrupaciones que puedan garantizar una asistencia masiva.

Y sí , yo sé este post es periódico de ayer, pues se suponía que el concierto era el pasado jueves 6 de noviembre, pero es que mientras escucho mi ipod caígo en cuenta que, por lo menos en este país, jamás tendré la oportunidad de escuchar en vivo las canciones que me acompañan en cada uno de mis días. Me queda entonces ira comprarme mis conciertos quemaítos en el Ateneo porque seguro en la Central los que quiero "no hay".

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